Kesque, Ignacio
Observatorio Sociolaboral de Chaco y Corrientes. Nov. 2020
El fundamento de “Mirando por el retrovisor” responde a nuestra intensión de observar retrospectivamente, dentro del mercado de trabajo de Corrientes, a los colectivos de trabajadores qué desde el establecimiento del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio(ASPO) [1], fueron definidos como “esenciales”. Dentro de las más de 20 actividades señaladas, nosotros atenderemos aquí a las actividades del cuidado compuestas por lxs trabajadorxs de: la Enseñanza en sus múltiples niveles, la Sanidad y Salud, Servicio Doméstico y de asistencia alimentaria mediante comedores y merenderos. En cuanto a las fuentes, estas provienen de las publicaciones del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), para el mercado de trabajo de Corrientes. En cuanto al recorte temporal, optamos por tomar los datos locales del 2° trimestre del 2016 y la última publicación disponible, es decir, la del 1° trimestre del 2020 [2]. A partir de ellas, además de indagar sobre la evolución de los respectivos indicadores, buscaremos reconocer la evolución de las brechas de genero experimentadas en los mismos.
Dentro de las actividades de cuidado, es posible señalar expeditivamente las existencia de trabajos asalariados de cuidado, donde sin dejar de haber explotación, pueden o no ser productivos (en un sentido estrecho): en el caso de los primeros pueden encontrarse las mozas, cocineras o enfermeras en clínicas; y entre los “no-productivos” (en tanto no generan un valor de cambio), empleadas domésticas, el personal de casas particulares o diferentes actividades de voluntariado [3] (Arruzza & Bhattacharya, 2020). Puntualizando sobre el cuidado, en el marco de la perspectiva de género, este constituye
[…] una actividad específica que incluye todo lo que hacemos para mantener, continuar y
reparar nuestro mundo, de manera que podamos vivir en él tan bien como sea posible. Ese
mundo incluye nuestros cuerpos, nuestro ser y nuestro ambiente, todo lo cual buscamos
para entretejer una compleja red de sostenimiento de la vida. (1990, citado en Bidegain y
Calderón, 2018, pág. 13)
Asimismo, el sentido en el que aquí se utiliza la noción de brecha de género, responde al interés de señalar las desigualdades suscitadas en los indicadores del mercado laboral analizados, conforme al género de la fuerza laboral que lo compone.
Análisis de datos
Como podrá observarse a continuación, en el cuadro N°1, se decidió recuperar los principales indicadores socioeconómicos a los cuales incorporamos, para su análisis, al género y las brechas existentes en torno a ello. En cuanto al Cuadro N°2, atendiendo a los trabajos de cuidado, se optó por la selección de tres “ramas de actividad” (en términos del INDEC) vinculadas íntimamente a estos, en donde desagregamos la ocupación conforme al género y luego analizamos las respectivas brechas existentes tanto como su evolución temporal. A modo de cierre, presentamos el cuadro N°3 que, permitiendo atender a la dimensión de la “economía del cuidado” en Corrientes, no solamente señala el aumento de su incidencia dentro de la población ocupada, sino que advierte del marcado proceso de “feminización” de los cuidados acontecido durante el recorte temporal escogido.
Como se muestra en el cuadro N°1, es posible señalar, en primer lugar, que durante los trimestres analizados existió un acrecentamiento del 8,7% en cuanto a la brecha de Inactivxs, pasando desde un 63%, en el 2° Trim. de 2016, hasta al 72%, registrado en el 1° Trim. de 2020.
Por su parte los hombres experimentaron una evolución en la PEA del 2,7% en oposición a la variación negativa del -2,43% de las mujeres. Dentro de este indicador, que abarca a aquella persona que trabajo o buscó trabajo activamente durante la semana de relevamiento, la diferencia
del 25% en favor de los hombres durante el 2016 se expande hasta llegar al 29% profundizando la brecha en un 3,8% para el 2020.
En cuanto al empleo, se observa un crecimiento en torno al 2,8% en el caso de los hombres, mientras que las mujeres no registraron variación alguna. Al igual que en los demás indicadores, también experimentó un alza del 2% de la brecha, pasando desde un 27% en el 2016 hacia un 29% en el 2020. En pocas palabras, esto último indicaría una relación de 7 mujeres ocupadas por cada por cada 10 hombres ocupados.
En cuanto al Cuadro N°2, una primera cuestión a resaltar deviene del marcado crecimiento del empleo en las tres actividades seleccionadas en donde, la Enseñanza constituye aquella con el nivel más elevado de ocupación para en el 1° Trimestre del 2020, con 17255 trabajadorxs. A su vez, tomando la totalidad de las actividades que releva el INDEC en Corrientes, para el 1° trimestre del 2020 la Enseñanza se encuentra solo por debajo de actividades como el Comercio (30009 trabajadorxs), y la Administración Pública (20406 trabajadorxs); y por delante de la Construcción (15755 trabajadorxs) y el Servicio Doméstico (14555 trabajadorxs).
Puntualizando sobre la evolución de la brecha de género, la Enseñanza experimento una leve reducción de la misma en torno al 8%, pasando de una brecha del 134% en 2016, al 126% en el 2020.
En lo que respecta a los Servicios Sociales y de Salud, se experimentó un proceso contradictorio en cuanto a la evolución de los empleos bajo el recorte temporal adoptado: éste disminuyó un 12% para los hombres y aumento un 48% para las mujeres. Estos datos indican un reforzamiento del componente femenino dentro de las actividades de la Salud. En lo que respecta a la brecha de género, se subraya una marcada alza desde un 30%, registrado en el 2° Trimestre del 2016 considerado, hasta llegar al 119% en el 1° Trimestre del 2020, lo cual comprende un aumento de la brecha del 89% para esta actividad.
En cambio, en primer lugar, el servicio de trabajo doméstico constituye la rama de actividad que emplea a la mayor cantidad de mujeres, 14087 para ser precisos. También, expresa, para los trimestres señalados, las brechas por género más elevadas (por delante de la Enseñanza y la
Construcción [5], inclusive), con valores levemente superiores al 1200% y 2590% respectivamente. Al igual que con la actividad previa, se observa un fenómeno opuesto en cuanto a la evolución del empleo, disminuyendo un 23% para los hombres e incrementándose en un 55% para las mujeres.
Ahora bien, retomando la cuestión del crecimiento de estas ramas, un primer aspecto resonante es su dimensión en el 2020, constituyendo el 27% del empleo de Corrientes. Asimismo, se observó un crecimiento del 6% durante el periodo analizado.
En cuando a la división sexual de trabajo, esta se expresa contundentemente en los datos, donde existió un aumento de mujeres ocupadas en las actividades del cuidado del 44%, frente al inferior 11%, por parte de los hombres. Igualmente, otros dos fenómenos nos derivan a sostener la existencia no solo de una marcada división sexual del trabajo en la actividades del cuidado, sino que se asistió a su reforzamiento en el periodo analizado: 1) Asistimos a una expansión de la brecha de género en las actividades del cuidado en un 85%, pasando desde un 188% hacia un 273%; 2) Las mujeres ocupadas experimentaron un aumento de la repercusión e estas actividades como fuente principal de empleo en un 15,80%, es decir que, siendo en el 2016 la fuente de trabajo del 36% de las mujeres ocupadas, para el 1° trimestre del 2020 constituyó la actividad principal del 52% de las mismas. En pocas palabras, para el primer trimestre del 2020, 1 de cada 2 mujeres ocupadas, se desempeñó en alguna actividad del cuidado. Siguiendo este ejercicio, también es posible afirmar que 1 de cada 4 trabajadorxs ocupados se abocó a tareas del cuidado. Ahora, centrando nuestra atención en las mismas y conforme a los datos analizados, es posible afirmar que, de cada 10 empleos en el sector de los cuidados, en 8 de ellos se desempeñan mujeres.
Conclusiones provisorias…
A pesar de que la primera apariencia puede asociarse con la de un sector pujante y dinámico, a partir del crecimiento del empleo experimentado en este sector, es menester subrayar que comprende a un sector económicamente precarizado y socialmente invisibilizado.
Por ello, en la espera de los datos del 2° Trimestre no podemos dejar de señalar que estos colectivos de trabajadorxs, docentes y profesorxs, lxs trabajadores de la sanidad y los diferentes espacios comunitarios vinculados a merenderos y comedores vehiculizados principalmente por mujeres, a pesar de ser consideradas “esenciales” por el decreto del ejecutivo nacional, por lo menos en la provincia de Corrientes aún no han percibido mejora algunas en el marco de la pandemia: Los salarios no han aumentado en el caso de aquellas asalariadas, mientras que tampoco se sancionaron políticas públicas que reconozcan la actividad de las trabajadoras que sostienen los comedores y merenderos. En la misma línea, la Pandemia del Covid-19 en sí misma, afecto negativamente a estos colectivos que, continuando sus actividades en tanto “esenciales” tampoco recibieron, a título de quién escribe, mejoras laborales en consonancia con el reconocimiento mediático volcado desde los medios de comunicación.
Bibliografía:
Arruzza, C., & Bhattacharya, T. (Marzo-Agosto de 2020). Teoría de la Reproducción Social. Elementos fundamentales para un feminismo marxista. Archivos de historia del movimiento obrero y la izquierda(16), 37-69.
Bidegain, N., & Calderón, C. (2018). Los cuidados en América Latina y el Caribe. Santiago de Chile, Chile: CEPAL, Naciones Unidas.
INDEC. (1° Trimestre 2020). Cuadros regulares. Corrientes – Población ocupada por sexo y categoría ocupaciónal, según rama de actividad de la ocupación principal . Buenos Aires, Argentina: INDEC.
INDEC. (2° Trimestre 2016). Cuadros regulares. Corrientes – Población ocupada por sexo y categoría ocupaciónal, según rama de actividad de la ocupación principal . Buenos Aires, Argentina: INDEC.
Notas
[1] A partir del DNU N° 297/2020, sancionado por el ejecutivo nacional.
[2] El recorte optado responde al “atraso” en la publicación de los datos por parte del INDEC sobre la situación del segundo trimestre del mercado laboral en Corrientes.
[3] Reconocemos que esta discusión aún se mantiene abierta y el uso de esta definición, omitiendo otras, responde a un al carácter meramente expositivo de esta presentación. Igualmente, a modo aclaratorio, señalamos que la escisión en términos de productividad que plantea el concepto adoptado responde a si los mismos generan un valor de cambio o no. Las voluntarias, por ejemplo, generan un valor de uso mediante su servició, pero el mismo no genera valor de cambio en tanto no percibe una contraprestación por la “venta” de su fuerza de trabajo.
[4] Creo pertinente hacer notar que, pese a la intención de trabajar conforme a la perspectiva de género, las estadísticas oficiales aún reproducen el binarismo sexual. Por ello, aquí utilizamos tan solo la división mujeres/hombres.
[5] En cuanto a la Construcción, constituye la actividad más masculinizada de las que registra el INDEC durante los periodos analizados, en tanto para el 2° Trimestre del 2016 se registró una brecha del -96%, a partir de la existencia de 13991 hombres ocupados y 873 mujeres ocupadas. Asimismo, en el 1° Trimestre del 2020, se registró una brecha del -96% a partir del registro de 15081 hombres ocupados y 561 mujeres ocupadas. En cuanto a la evolución de la brecha de género, en el caso de esta actividad, se reforzó la masculinización de la actividad en un 3% durante los trimestres analizados.